Al observar el transcurso de las movilizaciones, se hace necesario destacar lo que hasta ahora hemos conseguido: lazos de confianza muy fuerte entre compañeros de carrera como entre carreras en las distintas facultades de nuestra universidad, la experiencia que adquirimos en las movilizaciones, tanto internas como externas en las que participamos, y los niveles de organización que se alcanzaron a través de la solidaridad, el compañerismo y la conciencia crítica y constructora que hemos ido adquiriendo en este alegre y rebelde proceso de lucha. Por otro lado, creemos que muy importante detenernos a reflexionar la continuidad y desarrollo de las luchas, analizando las respuestas del rector y el mal manejo dirigencial que se ha tenido en torno a las negociaciones.
Este mal manejo dirigencial lo vemos reflejado en la teleserie que se desarrolla en cada consejo de presidente, donde ya no se tocan ni los temas nacionales ni internos, sino que se ha vuelto una riña por el control de la mesa de la feupla. Por un lado tenemos a la FEUPLA (Aníbal) votando posturas personales en los CONFECH, y por otro personajes que ven que la única solución para nuestros conflictos se basa en quienes están o no en la mesa ejecutiva. Nosotros como colectivo creemos que esta teleserie tiene que parar AHORA, que el poder de decisión debe venir desde las bases de las carreras y no de las opiniones personales de tal o cual dirigente, para así poder seguir avanzando en la discusión y en la creación de un Movimiento Estudiantil Organizado.
La situación actual de la UPLA se traduce en una mesa de negociación rota y un petitorio interno con respuestas inconclusas, por una gran arrogancia de parte de las autoridades de la universidad, además de sectores que ya comienzan a instaurar la necesidad de bajar las movilizaciones, argumentado el desgaste de la Toma como medio de movilización, y la necesidad de la participación de la comunidad universitaria en la instancia triestamental que se está desarrollando.
Nosotros como colectivo creemos ilógico e inconsecuente que los mismos sectores que nos situaron en esta movilización hace más de dos meses, hoy sean quienes con mayor alevosía quieran detenerla. Por lo que nuestra postura es clara, la Toma no se entrega hasta que no estén resueltos los puntos de mayor importancia en el petitorio.
Los beneficios ganados hasta ahora deben estar garantizados y entregados en un protocolo de acuerdo firmado por el mismo rector, y comprometiéndose a no subir los aranceles el próximo año, dejando abierta la posibilidad de reducirlo en el momento que los fondos del GANE lleguen.
Este protocolo de acuerdo se debe defender con movilización, y además se debe exigir el compromiso del claustro triestamental en apoyo a nuestras exigencias, para dejar de pelear solos y que nuestra voz no se pierda en el aire.
A CREAR Y CONSTRUIR EL PODER ESTUDIANTIL
QUE SEA UN APORTE EN LA LUCHA POPULAR
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